El uso de plantas medicinales con fines curativos tiene una gran tradición en todas las culturas del mundo, es una de las terapias más antigua que existen. El uso de hierbas o plantas medicinales y sus extractos está enfocado para prevenir, aliviar o curar enfermedades.
Dependiendo de la aplicación, ya sea como infusión, tintura, pomada, aceites esenciales, pastillas o en su preparación espagírica y el tipo de planta, se utilizan distintas partes como las hojas, el tallo, los frutos, flores, raíces, etc. Estos tienen principios activos que actúan de manera específica sobre el organismo.
Las aplicaciones de la fitoterapia son innumerables, sólo un par de ejemplos: trastornos crónicos hipertensión, diabetes, asma, alergias; males no graves como problemas menstruales, cefaleas, insomnio; alivio de síntomas como dolores estomacales, tos, flatulencias, etc.